Dos amigos hablan de negocios:
Estoy iniciando un negocio sensacional, pienso abrir una taberna en el Sahara.
¿Estás loco? ¡No te caerá ni un solo cliente, allá en medio del desierto!
Quién sabe, pero si me cae alguno, ¿Puedes imaginarte la sed que tendrá?
Por:
Anónimo - México
rec.:15/dic/1997 pub.:1/ene/2000