Chistes de: Niños

Esta es la verdadera historia de Cepillín.
Esta era una vez, un niño que se llamaba Rigoberto, él era muy pobre y tenía 11 hermanos, no comía, y trabajaba en la calle. Por las noches dormía en una misma cama con sus papás y sus 11 hermanos, y como era el más chico, se dormía en la orilla y siempre lo empujaban y le decían:
Hijo, hazte pa'allacito, y se hizo, ¡Payasito!

Un convicto con la pena máxima, un día antes de su ejecución llega el director del penal y le comunica al reo que le concederá su último deseo. El convicto sin pensarlo mucho exclamo:
Sí, quiero que me saquen los frenillos.(puente de metal que colocan los odontólogos en los dientes)
¿Y para qué?, le pregunta el director.
Si me electrocutan, no quiero sentir la corriente en mi boca.
Al día siguiente lo esposan de pies a cabeza y lo trasladan a la ciudad a un dentista particular. Al llegar al consultorio fuertemente custodiado, un niño que esperaba ser atendido lo ve y asombrado le dice a la mamá.
Mamá, mamá, ¡Ese señor si que le tiene miedo al dentista!

Un hombre llega a una casa y le pregunta al niño que estaba adentro de la casa:
¿Está don Pepe?
Y el niño le dice:
Sí, aquí está.
Y después le vuelve a preguntar lo mismo y el niño le vuelve a responder lo mismo, y otra vez le vuelve a preguntar y el niño le responde lo mismo, y le dice el señor:
Entonces, ¿Por qué no me abres?
Porque yo vivo en la casa de enfrente.

Erase una vez un niño, que desde chico todo el mundo decía que él iba a ser mesero.
¿Por qué?
Porque, cuando le hablaban nunca iba.