Chistes de: Atlantes

Una vez iban dos atlantes piloteando un avión (piloto y co-piloto) y llegó la hora de aterrizar. Los dos atlantes empezaron a realizar las maniobras necesarias; bajaron la velocidad, y empezaron a descender con mucha dificultad. Logran poner en la pista de aterrizaje el avión, y aplican los frenos con gran salvajismo. Al detenerse el avión, el piloto dice a su co-piloto:
¡Huf! ¡Que pista tan corta!
A lo que el co-piloto responde:
¡Pero que ancha!

¿Por qué los atlantes no entra a su cocina?
Porque hay un pote que dice Sal.

Un niño atlante le pregunta sumamente angustiado a su padre:
¿Papá, qué pasaría si la capa de ozono es destruida?
El padre le responde:
Pues hijo, ozono ya no podría volar.

El típico atlante Manolo siempre escuchando su radio, todos los domingos, imagínense qué pasa cuando no lo encuentra.
¡Oye, mujer! ¿Dónde has puesto mi radiecito?
¡La lavé y se está secando allá afuera!
¡Si que serás bruta! ¡Segurito has ahogado al locutor!