En su segunda Luna de Miel, una pareja algo madura llega a las oficinas de inmigración. El guardia revisa los documentos de los interesados, al ver la identificación de la mujer dice:
Muy bien señora, la felicito, es la primera vez que veo que una dama pone en su credencial un retrato actual.
El esposo haciendo segunda a tal declaración menciona:
Ya vez mi vida, que no tiene nada de malo negar la edad.
La mujer, enojada y a punto de estallar aclara al guardia:
Lo que usted está viendo es mi huella digital.
Por:
Anónimo - Chile
rec.:22/mar/2001 pub.:19/abr/2001 Enviado:19/abr/2001