Chistes de: Matrimonios

Cariño, cuando cumplamos nuestras bodas de plata te voy a llevar a Cancún.
¿Y cuando cumplamos las de oro?
Quién sabe, lo mismo, te voy a buscar.

Un joven va a la casa de los padres de su novia a comunicarles que se quieren casar:
Hola, me llamo Antonio y soy paraguayo, y vengo a pedirle la mano de su hija.
¿Para qué?
Paraguayo.

La esposa llorando le decía a su marido que se encontraba borracho:
Viste, snif, que para tomar aguardiente sí tienes dinero, snif, y a mi en cambio nunca me has comprado un vestido, snif, viste como eres?
Contestó el borracho:
¿Y de cuándo acá tu vendes vestidos, o vendes ropa?

Cariño ¿tengo la nariz grande?
- No, tienes una nariz común.
- ¿Ah, sí?
- Sí, ¡ como un tucán!