Van dos borrachos por la calle y de golpe se encuentran una escopeta, entonces uno piensa que es un telescopio y al mirar dice:
¡Por aquí no se ve nada!
Entonces, el otro aprieta el gatillo, y la bala le atraviesa el ojo al que miraba, y sólo se le ocurre decir:
¡No me mires con esa cara, que yo también me he asustado!
Por:
Víctor - Olesa De Montserrat - Barcelona - España
rec.:8/abr/2000 pub.:1/ene/2000