La Policía detiene a un presunto ladrón, para hacerlo declarar lo cuelga de los pies y le introduce la cabeza por varios segundos en una pileta con agua, inquiriéndole:
¿Dónde está el dinero? ¿Dime dónde está el dinero?
Y así repiten esta acción varias veces, hasta que el detenido les dice a gritos:
¡Busquen a otro buzo porque yo, no lo encuentro!
Por:
Marco Antonio Gutz Guerrero - México
rec.:15/abr/1997 pub.:1/ene/2000 Enviado:30/may/2015