Chiste #2697
Clasificación: Política
Nota:
3.70 / 3730
Hillary Clinton después de fallecer fue al cielo y se encontró con San Pedro, y muy curiosa viendo los relojes en la pared le preguntó:
¿Para qué son todos esos relojes, Peter? Y él le contestó: Pues veras, cada uno de ellos es una persona que vivió en la tierra y cada vuelta de las manecillas son las mentiras que pronunció en su vida, por ejemplo: ¿Ves ese de allá? Sí, contesta ella. Pues, ese le perteneció a Abrahan Lincoln y sólo dio una vuelta, eso quiere decir que pronunció una mentira en su vida. ¿Y aquel que esta allá? ¿De quién es?, pregunta Hillary. Y San Pedro le contesta: Ese fue de Teresa de Calcuta y nunca dio una sola vuelta. Entonces, muy entusiasmada Hillary pregunta: Y por casualidad, ¿No has visto el de mi esposo, Bill Clinton? Sí, contesta San Pedro, ese lo tiene Jesús en su oficina como abanico.
Por:
Jose Luis Hernandez - Anaheim - California - Estados Unidos
rec.:3/abr/2001 pub.:2/ago/2001 Enviado:26/nov/2017 Comentarios sobre este chiste |