Chiste #4688
Clasificación: Religiosos
Nota:
3.13 / 205
Un cura estaba limpiando el altar en su iglesia cuando entra un hombre con cara de asombro y se queda plantado delante de la estatua del Santo Padre con la mano extendida. El cura, entre preocupado e indignado, sigue con sus quehaceres sin quitar el ojo al molesto personaje, y así pasa el tiempo. Al cabo de una hora el hombre con gesto de enfado susurra a la estatua:
Por favor, date prisa que llego tarde. El cura no puede más y totalmente enfadado increpa al hombre: Pero desdichado, ¿Qué estás haciendo? A lo que el hombre responde: Mire, a mí déjeme en paz, yo lo único que hice fue dar una lismona al pobre de la entrada y él me respondió Dios se lo pagará, y a eso vengo.
Por:
Marc - Bacelona - Barcelona - España
rec.:7/may/2001 pub.:24/ene/2002 Comentarios sobre este chiste |